Pasión por el dibujo. De Poussin a Cézanne.
Si te gusta el dibujo, seguro que te has pasado por el CaixaForum Barcelona para ver las obras maestras de la Colección Prat. Estuvieron expuestas bajo el nombre Pasión por el dibujo. De Poussin a Cézanne.
La Colección Prat es una de las colecciones privadas más importantes dedicadas al dibujo francés de los siglos XVII, XVIII y XIX. Una selección de 100 dibujos, de los 230 de la colección, de autores como Antoine Watteau, Jacques-Louis David, Ingres, Eugène Delacroix, Manet, Edgar Degas, Nicolas Poussin, Seurat o Paul Cézzane, etc.
Louis-Antoine Prat heredó la colección de arte de su padre cuando era niño. Estudió historia del arte en la escuela del Louvre de París, trabajó en los archivos de dibujo del Museo del Louvre y a los 30 años (1974) compró su primer dibujo, un Delacroix. La colección la fue formando al vender o intercambiar todos los dibujos de su padre, exceptuando uno, debido al momento histórico que representa: Una acuarela de Isabey que muestra la reina Victoria recibiendo a Luis Felipe a bordo de su velero real (1843). Una obra llena de detalles.
El dibujo es la primera fase del astista, como más inmediata, solo basta un lápiz y un papel para trazar una idea.
En algunas láminas podemos ver las etapas del proceso creativo. Incluso han expuesto algunas de las obras al óleo, pudiéndose comparar con el dibujo inicial que les servía de estudio.
El estar ordenadas cronológicamente ayuda a ver la evolución del dibujo: las técnicas, los materiales, los motivos o temas, los estilos, etc. Por ejemplo: La Fosse obtiene volumen usando tres colores y Ingres utiliza el lápiz duro para hacer los detalles en sus retratos.
Destacaría a Victor Hugo y su obra La tempestad (1865?), parece que se adelantó a su tiempo. Utiliza manchas de tinta, rasga con la mano…
Me han gustado especialmente las obras de Pierre-Paul Prud’hon:
– La Fortuna (1799-1800), a la que le tapan los ojos.
– Psique raptada por los céfiros (1804). Parece una fotografía y nos cuenta: La belleza de Psique, una mortal, provocó los celos de Venus, que ordenó a su hijo Cupido (el Amor) que la abandonara en lo alto de una montaña. El Amor se quedó prendado de ella e hizo que Céfiro, hijo de Eolo y de la Aurora, la raptara y se la llevara a su morada. Cupido logró salvarla y se la llevó al Olimpo. Céfiro y tres amorcillos portan el cuerpo iluminado por la luna.
– El alma rompiendo los vínculos que le unen a la tierra (1821). Constance Mayer, su amante, se suicida en su estudio en 1821 cuando él le dijo que no se casaría con ella. Representa el alma del artista, abandonando la tierra, tras el acontecimiento. También pudimos ver el óleo. Él muere en 1823.
Otros dibujos a destacar:
– Hoja de estudios de animales, figuras y edificios (1635), de Nicolas Poussin, en pluma y tinta marrón.
– La Academia, de Charles Le Brun.
– Busto de mujer, de perfil y con una urna (1644), de Simon Vovet.
– Retratos de dieciséis hombres (1790-1796), de Louis-Léopold Boilly. Magníficos.
– La enamorada al piano (1827-30), acuarela de Delacroix.
– La cardadora de lana (1855-56), carboncillo de Millet.
– Limpiabotas con un cliente (1884-86), lápiz conté de Seurat. Puntillismo, como manchas y sombras.
– Cabeza suspendida de una cadena (1881-86¿?), carboncillo de Odilon Redon. De gran simbolismo, muy negro. Borra para hacer los blancos.
– Los grandes árboles (1890-1900), de Cézanne. También se mostraba el óleo sobre tela, de 1904, de la National Gallery of Scotland.
Una cosa que no me ha gustado de los coleccionistas es la marca que ponen en los dibujos, los estropean.
¡A dibujar!