Obra Social Caja Madrid nos muestra la exposición Latidos de un mundo convulso.
Cien magníficas fotografías de escenarios conflictivos que han tenido lugar en los últimos 30 años.
Los autores, 10 fotógrafos españoles:
Sandra Balcells, Javier Bauluz, Clemente Bernad, Paco Elvira, Cristina García Rodero, Santiago Lyon, Kim Manresa, Enric Martí, Fernando Moleres y Gervasio Sánchez.
En Barcelona, hasta el último día de 2007.
Parece ser que el objetivo de esta exposición es “reivindicar la función testimonial de la fotografía como instrumento sensibilizador y transformador de la propia realidad”. Realmente hay fotografías brutales, directas al corazón y al alma.
Pero, ver siempre y reiteradamente las mismas fotografías, me cansa e incluso harta. De esta manera, incluso pasan a no decirme nada, pero no por la fotografía en sí, sino porque me digo “otra vez” y ya no les presto la misma atención.
Seguramente, estos fotógrafos tendrán muchas otras fotos documentales que cumplan el objetivo de la exposición y que no hayamos visto y nos gustaría ver.
Y lo digo especialmente por la ablación de Kadi y la prostitución infantil en Brasil de Kim Manresa y los inmigrantes muertos en las playas de España de Javier Bauluz. Las hemos visto publicadas hasta la saciedad en diferentes medios, infinidad de veces. No por ello, les quito el mérito.
Son fotografías intensas, de situaciones no deseadas que, a pesar del paso de los años, nos seguimos encontrando en el mundo que habitamos. Son imágenes, de lugares lejanos y próximos, que estos fotógrafos nos muestran a traves de su arte.
Me da la sensación de que nos estamos acostumbrando a estas imágenes, verlas cada día hace que sean cotidianas y el impacto en nosotros se minimiza. A mi me siguen dando fuerte en lo más hondo, me dejan exhausta, demasiado sufrimiento ajeno que lo hago mío. Y por eso no quiero ver más, aunque fotográficamente me atraen. Necesito ver que esto tiene solución y que podemos cambiarlo. Pocas fotografías hay al respecto y sigue siendo fotoperiodismo o fotografía documental.